12 tipos de amor - Liliana García Manzanero






Háblanos de tu libro [de la motivación, tu intensión, inspiración… etc.]

El libro 12 Tipos de Amor surge de la necesidad de exponer en la palabra escrita a modo de aterrizaje, aquello que rondó mi mente por tantos años, como especie de impresión fuerte que necesitaba calma. El mirar palabras escritas en un papel que finalmente se distribuye y comparte, es experimentar la paz en un sentirse acompañado por otros, quienes no tuvieron la experiencia directa pero que ahora a través de la lectura, pueden de alguna manera sumergirse en esos mundos y recorrerlos otra vez cuando así deseen. Es un sentirse acompañado porque no se está solo en esa contemplación que desgarró parte de un tejido intacto alguna vez, que poco a poco se ha desprendido de un tanto, al dar compasión, comprensión, amor, apoyo a esas experiencias. Creo firmemente en el compartir, en que la palabra cura, en que el vómito también es mental. No se viene a nada a este mundo, de esta dimensión, más que a contemplar y a observar. Creo en que el fin último de cada uno es la dicha de al momento de seguir avanzando en este sin sentido, al momento de perder el cuerpo físico, se nos conceda un estado mental de tranquilidad, donde se dijo todo lo que se tenía que decir y se hizo todo lo que se tenía que hacer para ser auténticos e irse en paz.


Dar el paso para publicar el primer libro es importante y hasta crucial, ¿cómo llegaste a tomar esta decisión?

Me considero una mujer soñadora, por lo tanto necesito esa parte en la personalidad de aterrizar los sueños. Definitivamente no podría haberlo hecho sin el ímpetu y la motivación externa de mi amigo de camino, Jesús Gallegos, gran soñador pero también gran hombre de palabra quien platica de lo que ya ha hecho. Esa mano amiga fue quien estuvo sugiriendo que pusiera fecha y sólo así lo logré. De manera intrínseca, un corazón desbordado de emociones quien tuvo que hacer catarsis de la mejor manera que sabe, escribiendo. No había entendido porqué me cuesta tanto trabajo llorar, incluso si estoy sola, de unos años para acá. Ahora lo entiendo, es para escribir y para compartir. Compartiendo me permito conocer a quienes se identifican conmigo y mis lazos humanos crecen. Siempre fui muy solitaria, una familia pequeña, sin familia en mi ciudad de residencia, entonces esto para mi es importante.


¿Cómo fue el proceso editorial?

Los poemas andaban rondando por ahí y decidí agruparlos porque fueron parte de una misma experiencia, el amor y, parte de una misma época, mis años universitarios. Me gusta cómo están, juntos. Es como una cajita en donde todo está perfectamente acomodado, incluso en orden cronológico. El diseño de portada e imágenes dentro fueron a cargo de mi editor Jesús Gallegos de quien soy fan en cuanto a su trabajo como diseñador. Me agrada mucho el flujo de sus ideas para la imaginación de escenografías, personificaciones, diseños gráficos, entonces sólo confié y el resultado fue bello. Si tuviera que elegir una religión o filosofía sería el hinduismo y en mi libro hay mandalas. Eso es una buena señal.


¿Cuál es tu opinión de la literatura en la región? (zona sur de Veracruz)

Creo en la idea de que todos somos un escritor, pues todos tenemos algo qué decir. Me encanta eso de la gente, que todos siempre tienen una historia o miles. Sin embargo, no todos quieren o necesitan quizá, compartirla. Entonces los que sí, para mí es agradable leerles o escucharles en base a algo que escribieron. Me gusta ir descubriendo qué tipo de escritura prefiere alguien e identificarme, es como un descubrir hermanos de camino. Actualmente el compartir la inclinación a esta actividad me permite conocer que existe un movimiento inquieto en la región de muchas personas quienes quieren escribir y ser editadas, eso me parece muy rico. Creo que personas como Jesús Gallegos y otros escritores tienen la responsabilidad, ya que se embarcaron en este maravilloso viaje, de hacer crecer el círculo de escritores a través de sus movimientos culturales, atrayendo a nuevos personajes, de sitios cercanos y de la región.


Ahora que publicaste con una editorial independiente, ¿cuál era y es tu opinión de estas?

Amo los movimientos independientes, de artistas genuinos que prefieren mil veces el anonimato en paz donde son ellos mismos le guste o no a quienes les rodean, a los movimientos cargados de ideas cuyo fin sea el lucro por el lucro, nada más incierto y falso. Siempre que yo tenga la posibilidad, estaré del lado de lo que no va al ritmo de la mayoría sólo por no desagradar o encajar. Me considero una desencajada natural, de nacimiento, que no perteneció aquí o allá y que poco a poco ha ido encontrando a dónde sí pertenece. En ese encontrar en dónde sí, esta editorial independiente que me atrapó desde que escuché hablar de ella, desde que vi el primer libro que llegó a mis manos, DSM. Grotesco, recargado, nada convencional, estridentista, la razón de la sin razón. Si se quiere generar una red de escritores locales por el gusto de compartir, el apoyo a los que promueven espacios para escribir, es requerido.


¿Qué piensas del libro digital?

Que mientras se cuente con luz, cargador, y ganas de cansar un poco más la vista, adelante. Cuestión de preferencias, lo escrito para mí puede viajar por los canales que sean, entre más sean mejor.


¿Después del libro qué viene?

Para mí después del libro viene el otro libro. Si es posible, me agradaría compartir más de lo que pienso con respecto a otros asuntos, en mi estilo, por la necesidad de, por el deseo de la catarsis. Por la paz mental.


¿Qué le recomiendas a las personas que como tú están en el camino de la literatura?

Un buen consejo que me dio un gran amigo, estudiante de letras en la Universidad Veracruzana: que haga de escribir, un ejercicio constante. Suelo dejar de hacerlo y me parece que cuando se es constante es cuando se da la oportunidad de encontrar el propio estilo.



¿Qué has leído últimamente y qué nos recomendarías?

En mi eterna búsqueda de pertenencia y de apapacho, de sentirme hija y hermana, he leído últimamente novela mexicana del siglo XX. Me agrada conocer sobre mi pueblo, hablando del pueblo mexicano como algo general, incluyendo a todos los pueblos. Leí Los de Debajo de Mariano Azuela y cada que leo algo así, termino entendiendo un poco más la idiosincrasia de mi gente. Tuve la gran oportunidad de vivir seis meses en el Distrito Federal y creo que viví en el corazón de México, al menos de la parte centro, de donde en parte viene mi familia. Eso me ayuda a entender más el mundo desde mis zapatos. Busco siempre entender y encontrar un poco de sentido sin tomar nada en serio. También, para los amantes de la antropología social, a quienes quieren entender lo sagrado del peyote para algunos pueblos del noroeste mexicano, el significado de la troje para los tarahumaras y otras raras y mágicas tradiciones, recomiendo El México Desconocido de Carl Lumholtz, colección del entonces Instituto Nacional Indigenista. Soy ferviente admiradora de este bello país donde me tocó nacer y de sus múltiples facetas. 





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