[NOMBRE
Y FECHA DE NACIMIENTO]
Carmen
Concepción González Contreras
4
de diciembre de 1960
[SEUDÓNIMO]
Carmen
Hernández
[CIUDAD]
Coatzacoalcos,
Veracruz.
[RESEÑA]
Licenciada
en administración de empresas turística, egresada de la UDICA (Veracruz),
incursionó en el ramo hotelero y la docencia en niveles medio superior y
superior. Perteneció al Club de Escritoras de Coatzacoalcos. Co-organizadora
del I Encuentro de Escritores: Escondite de serpiente. Vocal en la asociación
Rescatando Raíces y Cultura A.C. Amante
de la fotografía. Incluida en las
antologías Mallinalli el libro (editorial Dos Líneas) y Quetzalcóatl libro II
(Editorial Manantial entre arenas). Su vida se
teje entre Dios, su familia y las letras unidas al mundo
espiritual. Apasionada de los ángeles, fenómenos naturales y paranormales. Comparte
información en Espacio divino… inspiración de Dios. Actualmente asiste al
Taller de Creación Literaria y Fomento a la Lectura Malinalli, en la ciudad de
Coatzacoalcos.
“Mi
alma transcurre en una eternidad universal, entre la luz y el fuego de tu amor
espiritual”.
[CUENTOS]
LLÉVAME CONTIGO
Las
ocho campanadas de la vieja iglesia de aquel lugar, resonaron una tras otra, en
su repicar lastimero, se mezclaba el incesante viento como atormentando un alma
en pena, el silencio acompañado de la obscuridad reinaba en las vacías calles
del pequeño pueblo de Zanatepec en el Estado de Oaxaca, urgía encerrarse a piedra y lodo en sus chozas, como lo aconsejaban los nobles
ancianos , sacerdotes y chamanes descendientes de la cultura náhuatl quienes ejercían suma autoridad sobre los
adultos, jóvenes y niños, cuyo consejo era no salir en noches sin luna ni
estrellas brillando en el cielo, porque
era un peligro total, que recaía sin clemencia sobre el que osaré
desobedecer , ya que en tiempos así se
manifestaba el Espíritu
de Nabor y el de Doña Hortensia,
se llevaban a todo aquel ser humano que se cruzara en sus caminos. Así
que para evitar quedar aislados por las incesantes Lluvias en determinadas épocas del año, y
especialmente en días como este, de noche obscura los ancianos juntaban a los lugareños haciendo tañer el gran campanario y reunidos junto a una
gran fogata solían compartir pan de
ácimo y el preciado mezcal, así como una bebida elaborada en su base agua y achiote con un toque de jugo
fermentado de caña que dejaba rasposa la lengua y garganta, este preparado lo servían repartiéndolo entre
todos los presentes, sonaban los cuencos y tamboras, se alzaban las voces en
plegarias a ese Dios que todo lo ve , agradeciendo lo que acontecía en sus
diario transitar por este mundo, pedían protección, bendiciones , dejaban un
intervalo de silencio y continuaban con
la velada cantando melodía istmeñas, como la famosa Sandunga, la Llorona, más luego
sacaban a pasear al Torito
encuetado, y se iluminaba el lugar con
las cascadas de luces de Bengalas
, cohetes, el olor a puro y tabaco, que imperaba retumbando en las fosas
nasales de los lugareños, así
proseguían con el baile hasta quedar
exhaustos , ya terminado el jolgorio se sentaban a escuchar relatos acontecidos en las montañas de la Sierra Madre del Sur,
el anciano que era electo por votación
para hacerla como
narrador de ese momento, iniciaba su plática invitando
a estar cómodos con las piernas cruzadas en señal de protección ,
así daban inicio a la historia
de ese momento , hace muchas
décadas cuando se dio la invasión y conquista de nuestros pueblos ancestrales,
donde el código del honor era un sello que mantenía lazos firmes de unión,
Respeto y cordialidad entre los distintos reinos a través de mezclar la sangre de sus primogénitos desde su nacimiento y
pactar el matrimonio de ellos cuando tuvieren la pubertad, según su tradición
entre más jóvenes las ideas fluían como el agua en los arroyos suave y cantarina
para refrescar la mente, los corazones endurecidos de los seres humanos, así enraizaban semillas de amor, de fe, fomentando esa esperanza de
tener un pueblo con gobierno firme , feliz esa eran sus creencias sólo
que se dio el caso, que los gobernantes,
del alto y bajo Santo Domingo de
Yanhuitlán y Tomaltepec no vieron de
buen agrado que sus retoños Nabor y Hortensia,
se enamoraran ya que dentro de sus tradiciones marcadas eran que
debían casarse entre los mismos
moradores del pueblo, y por ello entraron en disputas y lucha
encarnizada , prohibiendo a estos jovencitos sostener relación alguna, sólo que
ellos se daban sus mañas y como testigo de sus amores, la luna que aprobaba
esto se escondía al igual que las estrellas, para que en plena obscuridad ellos
bajaran al valle y dieran rienda suelta a sus emociones, besos, abrazos
apasionados susurrantes palabras dulces y las caricias más pujantes se
prodigaban al calor de sus cuerpos , una noche Nabor decidió hacer suya a Hortensia
y así convirtieron su idilio de pubertos en amasiato descubriendo laberintos
más intricados en sus prohibidas pasiones, un día los ancianos sacerdotes
acordaron que ya era hora de buscarle novio a la doncella, pura y casta hija del cacique de Tomaltepec, y se dieron a
la tarea de iniciar los preparativos para que todos los jóvenes casaderos
presentaran su cortejo, evento que se llevaría a cabo en la próxima primavera,
faltaban escasos 8 meses para todo ello, la pubertad no hacía más que llorar
por sentirse la más desdichada de las mujeres, ya que la separarían del hombre
amado para entregarla a un desconocido, al mismo tiempo de correrse la voz por
todos los pueblos de la montaña, valles, y las
costas del estado de Oaxaca, llegó a oídos del enamorado quién
desesperado y armándose de valor habló con su señor padre, éste
escuchaba a su vástago hasta que
concluyó su desahogo, el con firme determinación le prohibió volver a verla , ya que eso no era posible, por las
raíces culturales que venían arrastrando desde tiempos memoriales, que nada
podía cambiar el curso de sus vidas , así pasaron dos meses desde que los
enamorados habían probado las mieles de sus cuerpos, estando Hortensia
aprendiendo los menesteres de una futura ama de casa, con los tejidos, bordados,
y el preparado de la madre tierra para
la siembra, se empezó a sentir mareada con fuertes náuseas que la atacaron, sentía su estómago como
bombardeado por centenares de abejas, revoloteando por doquier, hasta
desmayarse, el anciano chamán del pueblo
al enterarse pidió que la llevaran a su choza
la semana siguiente en que la luna estaría en fase tierna , para
que los espíritus protectores que enviaban sus dioses le dijeran que pasaba con
la joven, ella sintió temor ya que presintió que algo no andaba bien y que a
otras mujeres casadas les había pasado
lo mismo y al cabo de nueve meses, la cigüeña les regalaba un chilpayate, esa
noche no pudo escaparse para ver a Nabor
pero al siguiente día, logró
reunirse con él , esa noche estaba más negra que de costumbre, ella comentó lo
que sus mayores decidieron hacer el ritual
para casarla y que la llevarían la semana siguiente con el chamán, para
saber que tenía su salud ya que se había desmayado, le dijo que seguro estaba embarazada , él se asustó por la noticia, luego se alegró , abrazándola, le acariciaba
su vientre, prodigándole palabras tiernas y con lágrimas en los ojos
le dijo que escaparían esa misma madrugada, tomó con suavidad la mano de ella y le hizo prometer que
siempre se amarían, después de
esto cada uno partió a
sus hogares a buscar un poco de
ropa y comida, con algo de semillas que les sirvieren para intercambiar
alimentos, quedaron de verse en el mismo lugar, al llegar a su hogar ella
preparó lo que necesitaría, y se internó por la vereda del camino real, hasta
el lugar donde vería al joven, cuando llegó se dispusieron a huir, solo que no
contaban con que habían descubierto lo que pretendían hacer, al verse
acorralados por los hombres del pueblo de Hortensia quienes iban armados con machetes o lanzas corrieron y en
su desesperada huida ella
tropezó con unos matorrales-bejucos que provocaron que Nabor se separara de Hortensia, el corrió ganado terreno, mientras ella caía
en un profundo barranco, en su larga y
estrepitosa caída ella alcanzó a decir:
-Nabor
no me dejes llévame contigo-.
Al
ver que la joven no lo seguía, regresó
solo para ser herido mortalmente por los indignados lugareños y al no tener
escapatoria se lanzó al vacío donde su amada se había caído, y con un desesperado
grito se le escuchó decir, Hortensia
llévame contigo. Al día siguiente fueron a rescatar sus cuerpos desquebrajados
y su sorpresa grande fue que los encontraron unidos de las manos abrazados, en
una ceremonia luctuosa los bendijeron otorgándoles el perdón y los declararon
en matrimonio, desde ese momento nació la leyenda ya que sus almas vagan llevándose consigo a todo el ose
cruzarse en sus caminos, al día siguiente se ven cortejos con una cintilla blanca, señal de que los
enamorados tuvieron algo que ver en los decesos, quienes los han visto de lejos
comentan que van vestidos de trajes de novios ataviados con un largo rebozo
rojo en señal de su eterno amor y se pierden en la obscuridad de la inmensa
noche. Por ello al escuchar sus risas huecas en todo el valle y las montañas,
los lugareños alcanzan a santiguarse y ponerse a orar para alejar sus almas de ahí. Así que para protegerse todos los del
pueblo se mantienen unidos en tiempos de la luna fuera de curso. Mientras las
campanas anuncian que ya es hora de descansar,
pasadas las 4 a.m. vuelven cada quien a su hogar
UN
MUNDO SIN SUERTE
Un
viaje al paraíso hecho por Dios para gozo y deleite de los seres humanos, con mar
de distintos follajes en tonos de verdes desde el seco hasta lo más recargado,
el repujado en árboles con ese grosor por demás variado, sus hojas, ramas, troncos de textura ruda, ríspida,
rugosa al tacto, el trayecto largo con rectas y curvos pronunciados, el aire
suave mostrando su frescura allá en lo infinito, se candencia la vista en tanta
belleza con sinuosas bajadas-subidas de cerros, se vuelve una extensa sabana
entrelazada de tapetes multicolores algunas partes mullidas, otras asimétricas
dando un realce majestuoso. Así transcurre el trayecto seguido por el ruido de
las cigarras escondidas entre la hojarasca y ramas, el inmenso canto de las
aves que se antoja celestial van haciendo piruetas planeando su vuelo de un
árbol a otro , algunos de ellos se paran en los cables negros y lisos con ese
aroma a tierra húmeda y maizal perfumando el campo, tiernas sensaciones
causadas en cada ser , admirar la naturaleza en derredor y agradecer la mezcla
de los hermosos mulatos que regalan un camino escoltado por estos guardianes
territoriales, el mugido largo de Toros y Vacas detrás de grandes cercas
ofreciendo un panorama de libertad y cadenas invisibles de yugo, nada más
perdido de su realidad, las horas siguen su marcha un claxon suena insistente,
mientras los baches de la carretera se ven como pequeñas albercas con destellos
dorados, ya que la lluvia dejó su huella en ellos. Un sorbo de Agua de coco me
calma la sed, su sabor dulce salobre me hace añorar una rica y fría horchata la
cual me deleitará cuando llegue a mi mansión, sigue ese tránsito tramos
carreteros con sus líneas amarillas continuas y el paisaje de maravilla, de
pronto una silueta se desdibuja en el trayecto, parece que no está consciente porque
balancea su andar y sale del acotamiento invadiendo a su paso lento el carril
en movimiento , provocando que pueda ser golpeado por otros conductores al
pasar junto a él, es un anciano con su pequeño cuerpo abultado por una deforme
joroba le causa perder el equilibrio, su aspecto descuidado por la miseria que
denota en su vida, el paso de un tiempo no grato le mueven su triste espacio,
las gastadas sandalias confirman su pobreza , su nombre Pedro Bautista G. oriundo
de Huazuntlán , transita día a día varios kilómetros para ir a su parcela con
la esperanza de encontrar algo de su siembra, para cosechar, vender y así
obtener un poco de dinero para adquirir su alimento, hay veces muy seguidas que
no tiene para comer, sus momentos así pasan entre el peligro y la zozobra de su
edad ya gastada, cuántos corazones duros sin sentimientos hay en el mundo que
no se compadecen de socorrer, a tantos Pedros, que ya quisieran sentarse a
admirar tanta hermosura creada por Dios, y que dejan de vivir su descanso ,para
trabajar su libertad cautiva sin esperanza de sentir ese afecto y abrazo de
amor, alguien que luche por él , y tantos más para que puedan tener un mañana
mejor. Ya que su único delito por pagar es haber nacido en un Mundo sin suerte
y solo la Fe en el Creador es lo que los Sostiene de Pie en su lucha diaria, mi
reconocimiento a tantos seres como el Pedro de mi historia.
NAVES
ESPACIALES
-¡Mira
Pedrita!- naves espaciales, son muchas, las hay de varios colores… la nena alzó
su mirada al cielo nocturno, una luna pálida brillando en lo alto. Andrés
sonriendo brincaba de gusto, vamos hermanita saltemos juntos tomados de la
mano, vamos a alcanzar alguna, en su inocencia. Dieron un salto tan Alto. Y de
¡pronto! se vieron planeando como las aves, logrando alcanzar dos de estas
naves rectangulares, se sentaron encima de ellas y ¡sorprendidos! se dieron
cuenta que no eran naves.
-¡Son
libros!- le gritó el niño a la pequeñita.
Justo
en ese momento el reloj empezó a sonar. Hora de levantarse para ir a la
escuela...
Juega leyendo a que tú eres Andrés y Pedrita. La imaginación no tiene fronteras.
Juega leyendo a que tú eres Andrés y Pedrita. La imaginación no tiene fronteras.
LAS
CANAS DE MAMÁ
Te
he visto sentada junto a la blanca ventana
que da a la calle, con la mirada
perdida en el tiempo de tu historia, van
pasando ante ti un cúmulo de visiones,
autos en su ir venir por el ruido estruendoso del motor, semejan el montón de
latas arrastradas por algún infante jugando por doquier, pasas tu suave mano sobre esa sedosa y
lacia cabellera salpicada de canas, ofrendadas por la senectud . Cada
una de ellas muestra su brillo platinado, reflejado por la luz del viejo farol
que hace las veces de centinela, en las nocturnas noches de primavera, en
caluroso verano, o un otoño desmontando las hojas doradas y café claro que caen
en picada, y quizás de un invierno cruel , estéril que hacen tiritar de frío a tantos indigentes que buscan el calor de algún
sótano bajo una que otra escalera, de esos hogares alineados en la solitaria y
larga cuadra donde vivimos, tanto
silencio prolongado, por la amnesia padecida desde que se fue papá,
encerraron el sonido de tu voz en una celda bajo las llaves del olvido,
negando una risa,
ira, y a la misma dulzura del amor que brotara como fuente inagotable de
tus cuerdas vocales, tu alegría se fue con ese amor desventurado, matando en ti la esperanza de ser feliz, ¿Por
qué fuiste débil ? tu alma marchita va dejando escapar ese hálito de vida regalo de Dios, te
venciste antes de empezar la lucha, tal
vez no hubo ese poder sobrehumano que te ayudara, a salir de la ingrata depresión en la que fuiste
sumergida sin querer, tu
respiración se agita más cuando alguien menciona un nombre no deseado en tu inconsciencia, Romeo, por ello he
crecido esperando el beso tan ansiado,
oliendo el perfume del rosal que tanto te gustaba y que a diario riego,
así ha pasado el tiempo justo cumpliré
28 años desde que decidiste ignorar este
pedacito de ti , mientras tanto mis ojos han derramado lágrimas de sal , escuchando
a José José con su Nave del olvido, mientras
tomo una humeante taza de té me
he abrazado a ti para percibir el calor de tu cuerpo y hacerme a la idea de
sentirte y creer en algún momento cobraré importancia en la lucidez de tus
pensamientos, que retornes radiante ante ese hijo que soy yo, con infinita ternura acaricio esa anciana
cabeza besando amoroso las canas de mamá.
EL
LIBRO TEMEROSO
Temeroso
tomó el libro, esperando ver salir, seres grotescos, gigantes y de colmillos
largos que pudieren devorarlo en un santiamén, su corazón latía con tanta
fuerza, que parecía querer salirse de su pecho, asomó su carita con las
mejillas arreboladas, la frente perlada de sudor, miro y miro para todos lados,
reviso el libro al revés y al derecho. Un
¡uff! y con ¡un gesto de asombro! leyó el título del libro que tanto interés
había despertado en el desde que oyó a su vecinita Ross decirle a su mamá
Katia.
-De
verdad que me dejó en suspenso mami- Mañana iré otra vez a la biblioteca de la
escuela y pediré a la encargada. -Que me preste el libro de la caratula con el
color rojo-.
Así que tanta fue su intriga por verlo y leer de qué trataba. Que pensó era de terror. Más cuál fue su sorpresa. Que solicitarlo. La encargada lo mandó a la sección de libros clasificados en " A " y al tenerlo entre sus manos y voltear al título. Este decía:
“Inocente Palomita, esto no es para Espantar”
-Jajajajajaja
Con
la risa entrecortada se alejó buscando una mesa sola, para poder leer a gusto
su contenido.
Recuerden que bello, alegre, o triste, o terrorífico de alguna lectura, se la imponemos nosotros los lectores, todo es según como nuestra imaginación desarrolla la trama, que el escritor, autor nos la vaya presentando en sus libros.
Recuerden que bello, alegre, o triste, o terrorífico de alguna lectura, se la imponemos nosotros los lectores, todo es según como nuestra imaginación desarrolla la trama, que el escritor, autor nos la vaya presentando en sus libros.
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